¿Cómo se escribe quilombo?

Autopsia abril 2021

Todavía recuerdo a Eugene Goodman, el oficial de policía que plantó cara en solitario a una turba enardecida de Trumpistas que trataban de alcanzar las Cámaras del Capitolio de los Estados Unidos de América, un país que en más de dos siglos de constitucionalismo, nunca ha tenido que vivir un intento de golpe de estado. Quién les iba a decir a los Padres Fundadores de la Patria -“Founding Fathers”-, cuando en 1787 redactaron su carta magna -pese a sus profundas diferencias ideológicas (esclavistas, liberales, fervorosos creyentes, masones, etc.)-, que doscientos treinta y cuatro años más tarde, la inquina de un solo hombre podría socavar los cimiento de su solida forma de gobierno. Y quién nos iba a decir a nosotros, que la primera democracia del mundo, convertiría lo que debía ser un día de fiesta -la ratificación de un nuevo presidente-, en un disparatado “quilombo” (Arg: lío, barullo, gresca, desorden o problema de difícil solución). …pero ¿cómo escribo “quilombo”? ¿Con “K” de Ku Klus Klan o con “Q” de QAnon?.

Ku Klux Klan, es el nombre de una antigua organización de extrema derecha norteamericana que apoya incondicionalmente a Trump. Acusada de delitos de odio, promueven el supremacismo de la raza blanca, la xenofobia, la misoginia, la homofobia, el anticomunismo, el antisemitismo y paradójicamente, el anticatolicismo. Parece que debe su nombre a la palabra griega (kyklós) círculo, aunque hay quien dice que Ku Klux Klan proviene de la onomatopeya que se produce el amartillar un fusil.

“Q” o “QAnon” (abreviaturas de Q-Anónimo) -letra que lucía en su camiseta el sujeto que capitaneaba a los acosadores del oficial Goodman, que enarbolaban en sus banderas muchos los insurrectos que tomaron el Capitolio o que añadió a su nombre para significarse, Q-Shaman, el hombre que apareció en al Senado disfrazado de búfalo-, es otra organización -porque todo indica que estaban organizados- extremista aparecida recientemente en USA. Sin lideres conocidos, sus miembros constituyen una amalgama de diversas ideologías, unidas en la creencia de que existe una trama organizada por un supuesto «Estado profundo» que tiene como objetivo la destrucción de Trump.

La primera vez que se oyó hablar de QAnon fue el 28 de octubre de 2017, en un foro llamado 4chan. Una publicación anónima, atribuida a una o más personas del servicio de inteligencia militar norteamericano, que decían tener conocimiento sobre un siniestro complot de estado y que se identificaban con la letra  “Q” -en referencia a la autorización de seguridad que utilizaban  para acceder a información sensible y de alto secreto del Departamento de Defensa y de Energía de los EE.UU.-.

La teoría conspirativa que aseguraba conocer QAnon –aunque hay más de una- no es más que la actualización de un antiguo libelo antisemita, llamado “Los Protocolos de los Sabios de Sion”, en el que se aseguraba que unos intelectuales judíos habían urdido un plan para hacerse con el poder establecido. La idea principal de esta nueva soflama, es que existe una trama secreta orquestada por la familia real saudí, Barack Obama, Hillary Clinton, George Soros y los Rothschild que pretende dar un golpe de estado a Trump y establecer un Nuevo Orden Mundial. También denuncian la existencia de una red pedófila compuesta por multimillonarios, artistas de Hollywood, cantantes, políticos demócratas, farmacéuticas, la OMS, el G5 y hasta el Vaticano dedicada al secuestro y tráfico de niños.

En torno a la interpretación y análisis de muchas publicaciones aparecidas en internet, atribuidas a “Q”, ha surgido toda una contracultura, corriente de pensamiento y de seguidores de culto que está logrando popularizar esas teorías conspirativas, convirtiendo en celebridad a cualquier “influencer” que pueda aportar evidencias, por muy extravagantes que sean.

QAnon está extendiendo en foros y redes sociales, la idea de que la tecnología 5G ha sido la causa de la pandemia que estamos viviendo y un médico norteamericano, llamado Thomas Cowan, que las antenas repetidoras está detrás de la “intoxicación” de las células que hacen que secreten una “sustancia nociva” que induce la Covid. Asegura, que las pandemias aparecen cada vez que se produce un salto cuántico en la electrificación del planeta. La gripe española, por ejemplo, dice que empieza un año después de instalar las antenas de las emisoras comerciales de radio y que la Covid comienza en Wuhan porque es la primera ciudad del mundo en la que se pusieron en funcionamiento las antenas del 5G.

Entre las muchas tramas que denuncia QAnon, hay una muy extravagante. Relata, que en buena parte de las estrellas de Hollywood se está popularizado el uso una droga llamada adrenocromo -un metabolito, producto de la oxidación de la adrenalina secretada por las glándulas suprarrenales, que se eleva en situaciones de estrés y miedo extremo- obtenida de la sangre extraída de bebes secuestrados, que han sido torturados y violados para mantener altos los niveles del valioso neurotransmisor.

El quilombo que montaron los trumpistas en Washington fue debido a que hay quien creer, sin ningún género de dudas, que existen fuerzas poderosas,  malintencionadas capaces de mover secretamente los hilos para que ocurran estas cosas. Dichos contubernios siempre tienen como denominador común en sus relatos: la existencia de una trama secreta, un grupo conspirador y unas “pruebas” que lo acreditan, y que cobran mayor relevancia si se asocian a acontecimientos extraordinarios, como el magnicidio de Kennedy, la muerte de princesa Diana o de Bin Laden, el ataque a las torres gemelas o la pandemia recientemente.

QAnon aglutina a activistas de ultraderecha, fanáticos religiosos y profetas del apocalipsis, además de negacionistas de todo tipo (medicina convencional, vacunas, cambio climático, etc.), terraplanistas, milicias nacionalistas, defensores del uso de las armas de fuego, ácratas sin excusa, adolescentes aburridos, pero también gente ordinaria dispuesta a explicar cualquier hecho mediante la más descabellada teoría y de buscar en la red esas supuestas evidencias.

A parte de creer en la existencia de lobbies de poder dedicados al tráfico sexual de niños, QAnon defiende que pese a que se sabe que los alimentos modificados genéticamente son dañinos para la salud, hay muchas compañías empeñadas en producirlos. También, dicen que se está envenenando el agua y destruyendo el planeta, que las vacunas contienen tóxicos y que las grandes farmacéuticas tienen interés en que contraigamos algunas enfermedades para después vendernos los medicamentos que las curan. Que los gobiernos son en realidad corporaciones con intereses espurios, que se dedican a espiarnos. Que los fabricantes de armas son los orquestan las guerras, financian a los bandos en conflicto y quienes sufragan el terrorismo internacional y los atentados. Que los medios de comunicación convencionales lavan el cerebro a la gente mediante las noticias falsas.

Dado que el asalto al Capitolio de EE.UU. fue obra de exaltados de QAnon y del Ku Klux Klan, -con independencia de que pudieran haber participado ciudadanos sin filiación alguna- no creo que nadie piense que escribir QUILOMBO “Q” o “K” no es prácticamente lo mismo.